lunes, mayo 28, 2012

Lluvia torrencial. Me bajo del taxi despeinada, mojada, con 2 cajas, 1 bolsa, la cartera y una carpeta en la mano. Paraguas no.
Descangayada y en falsa escuadra, subo a la vereda, puteando a viva voz la última baldosa floja que pisé. Levanto la mirada y ahí estaba él. [cámara lenta y música de fondo]. Con el pelo goteando, miro por encima de su hombro y veo como la corriente de la zanja se lleva mi zapato nuevo (nuevo!) por la alcantarilla.
Me invita a tomar un café. No puedo, soy un mamarracho. Insiste. Estas preciosa. Me gana.

Y así, 10 años después, me levanté al tipo mas inalcanzable de la facu. Que las opiniones formadas rompan filas.

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